Sé transparente,
no te disfraces. Enfádate sin rencores. Sueña sin temores. Quédate
con todo aquello que te importe y deshazte de lo demás, caminarás ligero
y tus pisadas serán firmes.
No me atrevo a
sugestionarte con cosas que a mí me han ido bien, porque nunca sabré
cómo me hubiera ido si lo hubiera hecho de otra manera. Los tiempos cambian
y lo que ahora es bueno puede que mañana no lo sea. Pero sí te puedo
confirmar que si no eres niño ahora, cuando seas mayor lo echarás de
menos. Si pierdes ahora esa esencia, más tarde la querrás recuperar y
sólo encontrarás incoherencias, dudas, desequilibrios.
Y tendrás que hacer un esfuerzo.
La gente de mi generación
hace muchos esfuerzos y piensa que la vida es dura. Si en algún momento
te ves en esa tesitura, es que no estás viviendo la que quieres vivir.
Algo falla.
Vive ahora tu
inocencia (si todavía no lo has hecho), tu belleza, tu espontaneidad, tu
curiosidad. Y tómalo como parte de tu SER para que nunca tengas que
hacer un esfuerzo por recuperarlo.
Recuerda que ahora
no lo sabes todo y nunca lo sabrás. Nada es estático y cada día
es un Nuevo Día. Además (y esta es la mejor parte de la VIDA), nunca
terminas de aprender, si no quieres.
No te preocupes tanto por cuando seas mayor,
aún falta mucho. Y todavía no sabes lo valioso que eres. Tampoco sé
si alguien te lo dirá. Pero tú VIVE TU ESENCIA.
Otra cosa muy importante
que no quiero que se me olvide: Si no sabes algo, pregunta, que cuando
seas mayor no te atreverás porque pensarás que ya deberías saberlo todo
y ahogarás tu voz. Luego, cuando ganes el coraje que perdiste, querrás
hablar pero tendrás que trabajar duro para que tu voz se haga perceptible al
oído de los demás.
Un esfuerzo más…
Recuerda: No ahogues tu
voz, la necesitarás cuando seas grande.
Si pudieras volver atrás, ¿empezarías
de nuevo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario