lunes, 30 de agosto de 2010

Cree y Crea

Un aroma, una canción o un clima determinado pueden trasladarte a otro momento de tu vida, y ¿sabes qué? También tu postura corporal determina tu estado de ánimo. Seguro que eso ya lo sabías…Mi pregunta es: ¿lo utilizas?

Es increíble la habilidad que tenemos de sumergirnos en un estado de tristeza o malestar. Una increíble facilidad para darle vueltas y vueltas a lo mismo para llegar ¿a dónde? Pues, lógicamente al mismo sitio. 

Prueba con: “¿qué más puedo permitirme pensar?” 

Cada uno de los sentimientos que afloran a lo largo de cada uno de los minutos de nuestras vidas nos marca un camino y una conducta que nos acerca a lo que yo llamo Destino, por eso es tan previsible, bajo mi punto de vista lo escribimos día a día.

También existe la opción de dejarse llevar por los pensamientos positivos. Es más, se pueden crear. 

"Si lo que pienso me hace sentir mal...Qué me haría sentir bien"?
Vuelvo a repetir: “¿En qué más puedo pensar?”. 

No se trata de evitar los pensamientos negativos, más bien de EquilibrioSaber que son complementarios a mí me da muy buen resultado.

Puedes transformar el sentido del tópico “la pescadilla que se muerde la cola” y llevarlo al aspecto positivo, ¿lo habías pensado así? Y si es así, de nuevo me remito a mi pregunta: ¿lo utilizas?

Dime, ¿Cuál es el Destino que has escrito hoy para ti?

lunes, 23 de agosto de 2010

Tu Eco

Si te paras a escuchar y escuchas, te paras a pensar y piensas, te paras a mirar y miras, te paras a tocar y tocas…Quiero decir que si cambias de “modo inercia” a “modo consciencia” tu computadora personal, seguro que experimentarás sensaciones que nunca antes habías advertido. La razón es que has pulsado el botón de “cambio de modo”. Amplías tu perspectiva por el hecho de hacer algo de manera diferente.

Te sirve ir al mismo sitio de cada día por un camino distinto, mirar hacia el cielo en lugar de hacia el suelo, cambiar “tu sitio” en la mesa a la hora de comer, sonreír cuando coincides con el movimiento de un desconocido o desconocida…Porque las cosas que son, son como tú las percibes a través de tus sentidos, tienes tu propio sistema de representación, de filtración, único e individual. Aprovecha este don natural.

Pulsa el botón de cambio.

Sirve también, permitirte captar de otra manera a la Persona que tienes a tu lado en ese momento…Personas, como Tú y como Yo, que utilizan su propio procedimiento para comunicarse. Concédete la oportunidad de ampliar tu propia vivencia junto a las de los demás.

En lugar de competir, comparte. Cada sentimiento tuyo con uno de los de esa Persona, suman dos; cada pensamiento tuyo con uno de los suyos suman dos más. Si además lo completas con la relación que surge entre cada uno de los participantes, entonces suman tres o más. Y si a tu interacción le añades los sentimientos y pensamientos y puntos de vista de más Personas ¡el resultado se multiplica! ¿Te das cuenta? ¿Ves a dónde se puede llegar en las relaciones personales sanas y efectivas?

Canjea un comportamiento por otro, regatea contigo. Relaciónate con “tus cosas”. Si no participas no haces eco, no contagias y, desde luego no aprendes, no amplías tu mente ni tampoco la de los demás. Haz algo, cualquier cosa por insignificante que te parezca; algo que no hayas hecho antes, el resultado es sorprendente.

Para mí, significa hacer ruido para oírte y ver hasta dónde puedes llegar. Hazte ruido. Elige tú los decibelios, sólo los que quieras asumir.

¿Qué podrías hacer de manera diferente?

lunes, 16 de agosto de 2010

Querido Lunes...Quiero CoNtar Contigo...


Imagina la situación: Ha terminado el día. ¿Te sigues recreando cuando llegas por la noche y confirmándote que “vaya lunes”? ¡Pero si ya ha terminado! Y otra cosa: ¿te lo has recompensado ya que supone tal esfuerzo? Sí, un premio para Ti por haberlo superado… ¿Lo has hecho?
Entonces, ¿cómo empezarás el martes? ¿Cuál será la diferencia entre uno y otro día?
Analiza tu respuesta. Puede significar que cada día de la semana te estés martirizando con tal de llegar a, por ejemplo, el domingo, ¿tu único día feliz? Hazte el camino más fácil. Comparte el bienestar de tu día especial. Puede que cambiando tu estado, cambie el sentido.
Des-ancla esa sensación “de Lunes” y conviértela en “lunes-y-ya-está”. Ciertamente, ¡Es lunes! Unas Sonrisas
…Como se empieza por el principio, quiero dejarle el Uno al domingo. Porque Uno para mí es Todo. Yo elijo.
Disfruto el domingo realizando actividades y tomándome mi tiempo para ello dado que dispongo de él.
La diferencia con mi lunes es que, además de lo mencionado, elijo las horas y delimito las acciones para compartir con las tareas que forzosamente tengo que hacer en horario social o laboral. Luego, como quiero disfrutarlo igual, reservo unas horas para mis actividades favoritas. ¿Cuál creías que era el secreto?
Empezar cuesta y cuando terminas estás satisfecho o satisfecha. Entonces, ¿qué te impide a ti empezar la semana en domingo y terminarla en lunes?
Por otro lado, ¿cuántas de las cosas que haces el domingo puedes también hacerlas el lunes? Si el primero, per sé, es un día agradable para ti… comparte actividades- actitudes-conductas con el día que te resulte menos agradable para que haya un equilibrio.
¿Qué quieres permitirte hacer el “lunes”? Prémiate

lunes, 9 de agosto de 2010

Relaciones Humanas

En qué basas tu día a día?

Qué te pasa cuando alguien te pregunta algo en la calle y tú tienes prisa?
¿Qué te pasa cuando un Desconocido o Desconocida te mira? ¿Y tú, qué haces?

Un Mundo de Sensaciones para disfrutar.

Tuve miedo por si había alguien más con él y también sentí pena. Aún así, le respondí a la pregunta y le indiqué dónde estaba. No quise decirle que yo también me dirigía allí. No quería que estuviera a mi lado. Nos volvimos a encontrar, por supuesto en el sitio mencionado. Su pregunta entonces fue más concreta. El miedo pasó y sentí compasión.

Puse todos mis sentidos en marcha para encontrar lo que él buscaba…Toda mi intención estaba puesta en esa acción. Para mi decepción, ¡no lo logré! ¡Lo sentí mucho! Era muy importantes para ese anciano que, en principio me había parecido algo desgarbado.

No recordaba el nombre ni le salía una palabra que para él era clave para ayudarme a mí a entenderle

Hablaba con mucha claridad, respeto y educación. Me describía con todo lujo de detalles las sensaciones, formas y colores de lo que buscaba y repetía que su amigo le afirmó que allí lo encontraría.

¡Me impacientaba no poder ayudarle!

Estuve a punto de preguntar a los demás, pero no lo hice...Pensé que él lo haría y me despedí de él.

Al rato percibí su presencia a mi lado, no era casualidad. Venía a decirme que ya lo había encontrado y me llevó delante para que yo también lo viera. Llevaba una Gran Sonrisa dibujada en su cara y con mucha ilusión, mirándome a los ojos me dijo: “Mira, es aquí, he pasado por delante y no lo veía...Ya lo decía mi amigo...Muchas gracias”. Me emocioné.

Un pequeño detalle para agradecer mi esfuerzo y mi tiempo. Quiso hacerme participar de su hallazgo. Cuantas sensaciones y cuántos sentimientos despertó ese desconocido en mí en menos de veinte minutos…Cuánto en qué pensar y cuánto por hacer. 

Lo que es importante para los demás, es exactamente eso: "importante para los demás". 

¿Prefieres mirar al suelo y quedarte con tus prejuicios?

sábado, 7 de agosto de 2010

Las Palabras

Hablar con alguien implica hacer patente tu emoción, describirlo con la palabra adecuada te ayudará a saber qué te propone. Una sola “cosa” puede estar controlando tu Vida. Darte cuenta va intrínseco a conseguir la libertad de activarte o no.

Es posible que no quieras abrirte a los demás, entonces define a quién de los demás no quieres informar, porque en realidad lo estás haciendo con tu estado de ánimo. Lo transmites. Cuando generalizas, omites una parte muy importante de la información y distorsionas la realidad. ¿Son todos los demás?

Elige con quién y cuándo quieres compartir lo que llevas dentro. Hablarlo es una tarea difícil y muy efectiva. El acto de retransmitirlo hace que tomes consciencia de la relevancia que tiene para ti. Este hecho, incluso puede restarle importancia o cambiarle el significado. Realizas, entonces, una auto-reflexión.

Encuentra apoyo para especificar la emoción, localizar la sensación que te produce y en qué parte precisa de tu cuerpo. Una vez definida la reconocerás en cualquier circunstancia. Esto te ayudará a saber qué sentimiento te provoca y qué reacción; no una persona o una situación que te haga reaccionar. Si no, ¿qué haces cuando sientes?

No son informes externos los que te provocan un estado de ánimo, es cómo te afecta a ti lo que está sucediendo fuera. Échale la Culpa.

A veces actúas con una naturalidad fingida y puede que te proteja de información que tú mismo procesas. Ahora…Piensa que tienes tu propio Sistema para canalizarlo, elige tú cómo quieres que te afecte y actúa naturalmente.

Traza una interacción positiva para equilibrar tu mente emocional y racional de una manera ecológica. Encuentra a otra Persona que te acompañe en tu proceso de cambio y aprendizaje, cuando elabores nuevas opciones que no te habías planteado.

El miedo que tenemos a indagar en nuestro interior nos lleva a seguir en nuestra Zona de Confort “a pesar de todo”. Si te interrogas te das cuenta del sentido que le das a seguir así; Aprendes a cuestionarte: ¿para qué sigo haciendo lo mismo si no consigo el resultado que deseo o ¿qué quiero hacer de manera diferente? O incluso: ¿quiero hacer algo?

Atento a las Señales, a tus propias señales, a las sensaciones corporales, a tu intuición, a lo que ves, oyes y sientes.

En mi opinión, pedir ayuda es algo que se aprende. Saber hacerlo, gratificante. Disfruta.

domingo, 1 de agosto de 2010

Feliz Naturalidad

Si tengo que caer mal, que sea por cómo soy y no por lo que simulo ser.

Creo que es un esfuerzo innecesario que además me haría transmitir poca entereza, incluso podría llegar a pecar de falta de humildad por intentar ser quien no soy.

Además, como no es natural, descolocaría al “adversario” con quien estaría fingiendo un estatus; el Otro podría pensar que hay algo que no encaja. O sea, caería mal de todos modos; lo dicho, un esfuerzo innecesario.

Para más inri, cuando estás ocupado en caer bien, estás desocupado en escuchar y atender a tus relaciones, estás ensimismado. En mi opinión, se puede confundir con egocentrismo.

Fingir, disimular, ocultar, implica un desgaste de energía aplicado a una situación que, misteriosamente, ni siquiera te apetece estar viviendo.

Por lo tanto prefiero investigar-me para tomar consciencia de que soy quien soy porque quiero, porque me aporta. Porque de esta manera puedo contribuir a que la otra Persona tenga más facilidad para ser honesta conmigo y consigo misma.

En lugar de interpretar un papel que, por otro lado, tendrías que aprenderte bien para poder repetirlo igual. En lugar de interpretar, decía, podrías cuestionarte si quieres vivir desde el interior la película que te corresponde por ser quien eres. Acéptate y quiérete muy mucho, que una vez aceptado el “mal”, es más fácil cambiarlo si lo consideras necesario.

Podrías empezar cambiando el vocabulario que usas en las situaciones en las que no te ves capaz de seguir adelante. Aceptando tu responsabilidad en lugar de culpar a los o a las demás, a lo injusta que es la vida o a tu infancia. Cambiar tu comportamiento en determinadas circunstancias o tu forma de ser con ciertas personas. Puedes, si quieres, cortar la maleza y construir tu propio camino. No es estrictamente necesario seguir la ruta estipulada. Averigua si estás llegando a donde quieres ir o, por el contrario, caminas sin cuestionar las indicaciones.

Si eso te hace feliz, adelante. Si no, sabe que puedes cambiar, generar o recrear comportamientos y conductas para conseguir tu objetivo. Tienes esa capacidad, ¿qué le vamos a hacer?

Integridad. Creo que todos y todas la tenemos, hace falta saber dónde la escondemos.

¿Prefieres seguir viviendo la vida de los demás o te apetece investigar-te?