viernes, 29 de octubre de 2010

¿Y si Pudieras?

…Y si pudieras, ¿qué pasaría? Cuando dices “no puedo” significa que no lo vas a hacer, está claro porque “no puedes”. Escribes tu futuro inmediato con tus pensamientos.

Podrías decir “soy capaz pero elijo no hacerlo hoy. En este momento tengo otras prioridades". Enuméralas.

Y si piensas más allá… ¿Cuántos pensamientos quieres que sigan pasando por tu cabecita para que en un momento dado se cumpla tu deseo? ¿Y cuánto tiempo quieres que se escurra sin haberlo hecho?

Estoy de acuerdo en que, para que se cumpla un sueño, primero tiene que haberse soñado. Lo mismo pasa con los pensamientos. Tus pensamientos decretan tus acciones. ¿En qué estás pensando ahora?

El tiempo corre y no disfrutas el momento. Si te imaginas un reloj de arena en tu salita y lo preparas al empezar el día… ¿De cuántas cosas eres capaz de disfrutar antes de que se deslice toda la arena de una copa a otra? ¿Cuál es tu prioridad? Y cuando empieza la noche, ¿te preguntas alguna vez cuántas cosas te han satisfecho durante el día?

Cuántas veces has utilizado la frase: “UF! ¿Ya han pasado siete años? O quince, o veinte… Da igual porque ya han pasado. Cuando pasa un minuto comienza otro. ¿Qué quieres hacer en el siguiente espacio de tu vida?

Es mucho más fácil quejarse que agradecer de corazón, creo que es una costumbre. Sentir gratitud porque hoy ha salido el sol, porque el vecino me ha sonreído, porque alguien me ha regalado una flor o un sentimiento o un “gracias”. Porque alguien me ha mirado a los ojos para preguntarme cómo estoy y ha escuchado mi respuesta… Porque he preguntado a alguien: ¿cómo estás? y he prestado atención a su sentimiento. Porque he recibido una sonrisa, porque la he ofrecido… ¿Qué nos impide disfrutar de ese segundo que nos aporta un poco de energía a las restantes veinticuatro horas?

Cuando dices: “Buenos días”, ¿es por educación, por inercia o estás deseando de verdad un buen día para esa o esas Personas? Ponle el Alma.

Hemos vivido durante mucho tiempo bajo la etiqueta de que demostrar las Emociones es para los débiles, es para los excéntricos...Es decir, nada bueno. Y nos lo hemos creído hasta el punto de que no nos preguntamos por qué es malo, simplemente lo creemos y lo evitamos. Es lo “correcto”. Si pudieras olvidarte de esta creencia limitante, si pudieras sustituirla por una nueva. ¿Lo harías?

Si pudieras re-direccionar tus pensamientos y enfocarlos hacia lo que realmente deseas… ¿Lo harías? Si pudieras hacer una lista con lo que sí tienes… ¿La harías? Si pudieras agradecer “cosas” al final del día… ¿Lo harías?

Pequeños pasitos que te dan Energía y Serenidad para hacer valer cada segundo a cambio de dejar que te pasen los años por encima. Fuerza para superar malos tragos, Satisfacción Personal y Congruencia con tus deseos.

Si pudieras desear un Buen día con el Corazón, ¿lo utilizarías?

Deseo para ti que disfrutes un montón con el resto de minutos de este día y que esta noche puedas escribir tantos Agradecimientos como para llenar al menos una hoja entera que atraerán hacia ti Pensamientos Positivos y mucha Vitalidad para mañana y pasado mañana y…

¿Podrás hacerlo? ¿Lo harás?

Te Deseo un Buen Día

miércoles, 20 de octubre de 2010

Y...¿Qué fue de la Paciencia?

Puede que en su día no lo entendiera bien. Cuando alguien me decía: “paciència…”, se refería a “resignación”. Yo demostraba cómo me sentía por algo que me había pasado y la respuesta era: “paciència.

No había forma de rebatir algo así. Es algo de lo que me acabo de dar cuenta, claro. Automáticamente le restaba importancia al acontecimiento que en principio era de vida o muerte. Aprendí entonces a aceptar que no todo dependía de mí o que no era substancial.

En mi lucha infantil por entender lo llevé al otro extremo. Implicaba quedarme planchada (de morros) sin saber por qué. Me faltó la segunda parte.

He crecido impaciente por conseguir lo que quería en cada momento y cuando no lo lograba me invadía una especie de resentimiento, una resignación previo enfado y el resultante cambio de objetivo. Vamos, que me movía mucho y en muchas direcciones sin saber exactamente adónde iba.

Confirmado, lo entendí mal. Sin embargo, el significado que tiene hoy para mí no es mucho más alentador que el de antaño ya que lleva intrínseca la incertidumbre.

Me explico mejor: Si por obligación tengo que tener paciencia me supone esperar y esperar me impacienta, por lo tanto deduzco que no he avanzado mucho en este aspecto. Expresado de otra manera, el hecho de “tener que” (lo que sea) y sobre todo si es “ser paciente” quiero que sea para Algo muy concreto y que valga mucho la pena, en caso contrario…Sigo cambiando de objetivo y puede que sea ésta precisamente la finalidad: pensar en más opciones.

Si la cuestión es que no sé exactamente a qué estoy esperando y cuánto tiempo voy a tener que hacerlo…Pueeeessss…No me gusta vivir con esta incertidumbre, me crea ansiedad.

La sensación es como si viniera volando una lanza directa hacia mi corazón, el cual empieza a reaccionar latiendo con virulencia frente a esa amenaza. Desconcentración. Pérdida de Visión y Misión. Desmotivación

Ahora bien, lo que sí sé hacer es preguntarme de dónde viene y adónde me lleva esa sensación y en la respuesta encuentro la valoración sobre si me merece la pena, si me acerca al bienestar y si participa en algo en el de la sociedad. En este momento cambia de nombre, lo llamo Perseverancia.

Ahora sí siento que he avanzado. En algunos momentos me permito tener paciencia y mientras tanto disfruto de otras cosas, de otros propósitos con perseverancia. De esta manera sigo en mi línea y además aporto más competencia a mis acciones. Valoro los pequeños logros diarios. Aunque no sea un objetivo final completo, me acerco.

Si la impaciencia me envía un reclamo es la advertencia de que algo no funciona como yo quiero, de que me estoy equivocando en el fondo y no tanto en la forma. Me pregunto entonces qué es lo que siento. Y tomo una decisión. Es el momento de cambiar de rumbo.

Para resumir te diré que he conseguido: Tener Paciencia-para Perseverar (que no esperar)-durante el tiempo que yo estipule-para provocar que suceda lo que yo quiero, y en el camino voy descartando lo que no está en mis manos y disfrutando de lo que sí. Como deshojando margaritas…Esto sí…Esto no…Ya sabes.

Puedes tener paciencia eternamente, ahora: ¿A dónde te lleva a ti?

jueves, 14 de octubre de 2010

Una Noche Cualquiera

Empieza a oscurecer. No veo Luna ni Estrellas, sólo un manto de nubes que cubren el cielo en una escala de grises haciendo honor al ambiente de una inminente tormenta. En unas zonas ofrecen una apariencia acolchada por su tono oscuro y en otras, casi imperceptibles parecen escaparse con disimulo acoplando su color a la cautela.

Más abajo, hasta donde alcanza mi mirada, una línea acontecida por la delimitación entre el mar y el cielo. Especifica la inflexión que asocia estos dos puntos fascinantes, lo llamamos Horizonte.

Me envuelve un halo de paz… ¿Quién lo habrá puesto ahí? Siento.

Mientras tanto, me acompaña una suave brisa que no sabe estarse quieta y se desliza suavemente entre mi cabello y lo transforma en una dulce caricia para mis mejillas y un cosquilleo un tanto molesto para mi nariz.

Se oye un eco repentino que claramente define el aleteo de muchas aves en grupo. Sale de detrás de un edificio. Una bandada de golondrinas se aleja del mar, tierra adentro al mismo ritmo en que se acerca el sonido desgarrador de un trueno impresionante. ¡El Cielo empieza a Crujir!

Todo está allí, en el horizonte. Y aquí, con los ruidos de la calle; son graduales para mis oídos en este momento, simplemente cumplen con el objetivo de cubrir la realidad y me ayudan a concentrarme aún más en mi bienestar.

Al desviar lentamente mi mirada hacia el otro lado de la bahía observo un conjunto de brillos anaranjados y sucesivos unos a otros. A veces, por su lejanía, o por mi miopía, las confundo en un trazo continuo que parece estar bailando al son de una música árabe, me imagino a un faquir con su serpiente.

Son las luces de otra parte de la civilización a la que pertenezco. Otros hogares, algún barco o aviones...Personas.

Es la iluminación de otras Vidas, con otros personajes y en otras situaciones. ¿Qué escena estarán viviendo?

¡Alucinante!

Y tú, ¿de qué has disfrutado hoy?

jueves, 7 de octubre de 2010

Es un Secreto

¿Sabes a qué me refiero? A esa “cosa” que llevas dentro y que no te atreves a contar a nadie o ni se te ha pasado por la cabeza puede que no la supieras describir. Esto sobre lo que parece tienes alguna noticia de vez en cuando o algún aviso, y en cambio no estás al tanto sobre cómo afecta a tu día a día. Algo que si te llenaras de coraje y le pusieras un nombre o lo escribieras en un diario íntimo desearías que nadie lo encontrara jamás ni tampoco quisieras volver a leer. Es decir, algo que no quieres saber.
Hasta ahí se te da bien. Has aprendido a convivir con ello y ni siquiera tienes que pensarlo porque yace en tu subconsciente, oculto, íntimo, disimulado…Todo lo que quieras, pero está.
Esto que tienes guardado como oro en paño te permite actuar frente a los demás de una manera concreta que seguramente te aporta algún beneficio y curiosamente tampoco sabes cuál es. O sea, no avanzas.
Bajo mi punto de vista, el secreto te lo guardas a ti porque desde el exterior se ve de otra manera, una cualquiera que ni te imaginas y además eso no es lo más relevante.
El problema surge cuando estás a solas con tu Interior… Y también la solución. Lo ves y lo sientes en tu forma de hablar, de moverte…de Ser…en lo que crees que son defectos de los demás…Si lo has sentido, aprovecha cuando no están para indagar, ¡siente curiosidad!
¿Qué te pasaría si te dieras cuenta? ¿Qué quedaría al descubierto exactamente? ¿Cuál sería para ti el problema real?
Ha crecido contigo y sólo cuando ha dejado de serte útil te has convencido de que es bueno, ha ascendido a tu Consciencia y has encontrado a la Persona o Momento adecuados o las dos cosas para hacerlo. Te lo has reconocido y ahora date cuenta de cuánto te ha limitado, ¿cuánto tiempo ha estado ahí abajo y qué ha ocasionado?
¿Qué quieres hacer ahora que ya lo conoces?
No importa si se juzga, se entiende, se acepta, se comparte o no se le da la más mínima importancia. Si no querías saberlo, ¿para qué crees que has tenido la necesidad de descubrirlo? Tal vez eras quien tenía que tomar consciencia porque había “algo” que no encajaba. “Algo” que te impedía lograr…en fin…
…Sea como fuere, préstale mucha atención. Tal y como te afecte el desenlace será de un incalculable valor para ti. Te ha moldeado a su manera y ahora puedes utilizarlo tú para crecer libre.
Entonces, ¿Quieres conocer tu secreto?