domingo, 5 de junio de 2011

Optimista o Positivo

¿Y si no fuese un problema?

En realidad sería más sencillo pensar que no lo es porque ni siquiera tendrías que buscar la solución dado que no tendrías un problema.

Cuando hablas continuamente de una situación negativa profundizas en ella. No es necesario que te diga hacia dónde se dirige tu atención ni en qué se está centrando tu comportamiento.
Es más fácil lamentarte para lograr comprensión. Supongo que te llevaría mucho esfuerzo inclinarte por una actitud positiva porque entonces tendrías que reconocer que no es tan importante, o tan difícil, o tan imposible como crees. Tu ego podría sufrir. El problema de cada uno siempre es muy importante.

Explicar una y otra vez tu desdicha tendría un aspecto positivo si estuvieras dispuesto/a a escuchar las preguntas, a veces impertinentes, de quienes “no te entienden”. Adoptar la actitud de las Personas que no le dan la misma importancia que tú a lo que estás aportando o de las que lo ven de otra manera.

Responde con sinceridad, deja apartada tu autodefensa para ver cuál es el fondo de la cuestión, el que mantienes oculto incluso cuando alguien te da una solución y tú te empeñas en decir que no te entienden porque si así fuera se darían cuenta de que tu problema no tiene solución.

¿No quieres ver la solución? Entonces tienes un problema. ¿Y ahora qué hacemos?

Llámale Intuición


¿Qué te gustaba? ¿Qué no te gustaba?

Para mí, el hecho de tener que hacer una balanza para tomar una decisión ya es un aviso de que lo que estoy viviendo no fluye de manera natural. En cambio, también me ayuda a organizar las ideas que aparecen en mi mente mientras el bolígrafo está escribiendo.

Una vez redimida la situación por el "simple" hecho de que pertenece al pasado, una vez que puedes ver “la cosa” con perspectiva temporal, entonces llega la aceptación.

Ahora en la distancia puedes ser honesto y honesta contigo para darte cuenta de tus aciertos y errores. Ahora que ya no “duele” podrás comportarte de manera más objetiva para reconsiderar qué imágenes, sentimientos, palabras o hechos ponderar en la parte correspondiente a ventajas y cuáles en la parte de desventajas.

¿Para qué? Para que la próxima vez te des cuenta antes de actuar de la misma manera y recuerdes que ya lo has vivido aunque los componentes sean distintos y puedas cambiar tu futuro inminente.

Céntrate en el contexto de la ocasión. Considera el resultado.

La finalidad de realizar este ejercicio podría ser despojar tus pensamientos de cargas censurables. Por eso pienso que el mejor momento para ello es cuando ya no duele. Precioso instante en el que puedes ser objetivo y objetiva y delimitar tu responsabilidad en el caso.

“¿Qué voy a hacer la próxima vez que se me presente una situación similar?”

Es decir:

“¿Qué harías ahora si tuvieras una segunda oportunidad?”