A cada paso que doy, un sinfín de emociones balancean mi
corazón, me permiten sentir que estoy viva y que estoy conectada con el
exterior…Que soy humana, luego siento.
Percibo todas esas cosas que me hacen falta para seguir
agradeciendo el aire fresco y renovado que entra hacia mis pulmones. Y lo hago
después de cada exhalación grisácea que golpea mi nariz. Una nueva vía de color
rosa se abre brillante incluso en la oscuridad, para permitirme reencontrar el
camino si me he perdido.
La oigo caminar, el ir y venir de esa magia que me acompaña
y me permite mantener leales mis sensaciones. Una pisada firme a cámara lenta
ordena resonar mis huesos y me devuelve una espectacular vibración en
consonancia. Me plantea seguir el rastro y dejarme envolver por el resto de
sacudidas emocionales. Estoy aquí, rozando la felicidad y el estremecimiento me
responde:
“Te veo”
Sigo el aroma que desprenden mis pensamientos y provoco
caricias en la planta de mis pies. Siento otras energías que acuden a esa
llamada con banderas para confirmar que aquí he estado yo; aquí han estado mis
defectos y mis virtudes y establecen aquí, ahora, este nuevo punto de partida,
como cada día, como cada instante en cada situación, y con cada persona o cosa
que me acompañe desde el principio o que se una al mismo peregrinar de una vida
llena de sentido….y de sentidos.
… Y en cada descubrimiento una nueva motivación
Percepciones. Haberlas, hay las
¿Las notas?
