Lo nuevo lleva implícito un Aprendizaje y éste persigue un arte
olvidado: La aceptación en caso de que los demás no lo acepten.
La sociedad o quien sea nos lleva de la
mano confirmando que estamos haciendo lo correcto. Se ha planificado de
antemano. No necesitamos pensar ni ponernos a prueba sólo dejarnos guiar.
Encima, obtenemos la Enhorabuena por ser educados y buenas personas y saber convivir. Logramos una satisfacción, la de los demás. Cuando vivimos de manera
inconsciente, no es ningún problema.
En cambio, cuando tomamos consciencia de lo que realmente nos apetece, aparecen una serie de alarmas particulares, propias e individuales, que parecen indicarnos que nos vamos a equivocar. Y es una posibilidad.
Quizás la equivocación está en no hacerles caso y quizás
en no intentarlo.
Son indicadores
del miedo que, a su vez, viene dado por el riesgo de que no sea aceptado, que no le parecerá bien a “todo el mundo”. Date
cuenta de que, por esta regla de tres, tampoco le parecerá mal a “todo el
mundo”. Te entran las dudas y te quedas donde estás.
¿…A que sí?
Yo quiero
romper una lanza en favor de las dudas porque, lejos del tópico que conozco, “El que duda está perdido”, Las amables y temidas dudas me hacen ver varias opciones; a mí, hasta me suena redundante.
Cuando tengo
dudas me siento a observar cómo se abren caminos y más caminos…y más caminos. Yo
mismo puedo elegir, seguir, desviarme, pararme… Yo MismO soy un sinfín de oportunidades.
Sí-no
A veces sí, a
veces no.
¿Y Ahora? …Ahora tengo dudas, pues ahora no.
Si dudas, párate a sentir.
Cuando estamos
de acuerdo con el resto de los mortales tenemos una calma aparente de estar
haciéndolo bien. Si lo estás haciendo PARA TI no necesitas pedir permiso, ya es lo mejor posible.
Una clara muestra de que haces un esfuerzo hacia lo que
piensan los demás es tu abatimiento. Te
sientes apagado, infeliz, insatisfecho y en desequilibrio con la
humanidad
El cansancio viene dado por estar haciendo un esfuerzo en contra de tu voluntad
¿…No será que la humanidad está en desequilibrio contigo…?
Otro tópico admirable
es el de mirarse el ombligo. Cuando tooooodos y toooodo está en contra, está
muy bien mirar hacia uno mismo. ¿Qué estoy haciendo mal?
Sin embargo, me
surge una nueva duda:
¿Es
mi ombligo el que estoy mirando de
verdad?
Puede que tu centro se haya desplazado dentro de un territorio
que has aceptado como tuyo. No quieres pisar fuera de la frontera porque no
sabes lo que hay, o porque lo sabes y no te atreves a vivir el reto por si lo
haces mal, o porque te alejarías de los
demás…O por si tienes que volver. ¡Pues
vuelve!
Lo dicho,
posibilidades.
Dudas si vas a
salir de tu mundo…
¿O del mundo de los
demás?
Si te importa
lo que piensan los demás, escúchales. Si te preocupa es otra cosa.
Si tu alma te
está pidiendo a gritos que te muevas. ¡Muévete!
[…]Nadie va a
morir tu muerte, no dejes que Nadie viva tu vida.
¿Qué
posibilidades hay de que tú mismo LA experimentes?
Como las
desconoces, te quedas donde estás, no tienes que hacer ningún esfuerzo mental y encima crees
que tu corazón aceptará que no le atiendas…o, ni te acuerdas de tu
corazón. Equilibrio.
¿…O RESIGNACIÓN?
Tengo que
decirte que si es resignación, el corazón te seguirá enviando señales de malestar, incomodidad,
frustración, enfado, tristeza, incomprensión, desaprobación, y más cosas…HACIA
LOS DEMÁS…y castigos hacia ti mismo. Porque no estarás aceptando lo que realmente quieres HACER TÚ. No
estarás asumiendo TU responsabilidad en TU Vida. Si no la que los demás dicen
que es.
Los demás…con su equipaje…sus miedos…sus limitaciones…SU
HISTORIA, la de ellos.
Escribe la tuya.
Así que, si eres feliz, ya
sabes: Sigue haciendo “lo correcto”.
Si no es así, te conmino a
SENTIR y DUDAR si lo que ahora consideras (TÚ consideras) “locura” te haría más feliz y si aportaría nuevas luces a una sociedad atascada y próximamente enquistada.
Atención,
Preguntas:
-
¿Qué querrías hacer si no estuvieras
haciendo lo que haces?
-
¿Dónde querrías estar si no estuvieras donde
estás?
-
¿Qué sentirías si hicieras lo que quieres hacer?
-
¿Qué Sentirías si estuvieras donde quieres estar?
-
¿Qué te lo impide?
Y recuerda:
Quizás en otro momento te
arrepientas o quizás no sea el momento porque te arrepentirías. Cuidado. Párate a sentir y piensa:
-
¿De qué
te alejas?
-
¿A qué te
acercas?
Sin duda, lo más importante: Sé feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario