lunes, 13 de septiembre de 2010

Tu Media Naranja

Compartido es mejor...¿O no? Si lo que quieres es compartir unos chicles o una cena, quizás. Ahora, si se trata de compartir una Vida

¿En qué momento decides que se convierta en un compromiso? ¡Vaya palabrota! Si te paras a pensarlo es muy probable que te entre el miedo, si no lo haces es muy fácil que te dejes llevar por la inercia…

¿Puedes buscar el momento apropiado para cada cosa? Me refiero a un momento para pensarlo y un momento para dejarte llevar.

Me atrevo a confirmar que se empieza la casa por los cimientos. El primer paso es un proyecto común…Un proyecto…de una relación. Es decir, una Relación Común.

En una relación de pareja participan dos Personas más la Relación, ¿cómo olvidar este dato capital? El grado de Responsabilidad en el propósito viene dado según las vivencias y creencias de cada parte. Según las expectativas y cómo las hemos alimentado durante años. Lo que hemos oído y lo que no hemos querido oír.

Entonces, determina en común qué tipo de “compromiso” quieres llevar.

Sabes lo que no quieres y te cuesta definir lo que sí quieres. Sólo plantéatelo: ¿Qué es lo que quieres? Me dirijo a cada Un@.

No es que “l@s jóvenes no aguantemos”, es que nos preguntamos para qué y no muchos “mayores” tienen una respuesta convincente y adaptada a estos tiempos. Hemos visto tantos mayores soportarse que bien pudiera ser que hubiéramos perdido la fe en este modelo de vida. No me parece que hayamos dejado de creer en una relación de pareja. Es que algunos necesitamos algo más que casarnos y tener hijos o cubrir un posible miedo a sentirnos solos cuando seamos mayores. Mientras tanto seguimos buscando nuestra propia respuesta.

Un Acuerdo sería lo más cercano a mi definición. Una interrelación. Somos tres: Una Parte, la Otra Parte y la Relación. Cómo y de qué la alimentamos es una decisión conjunta desde la libertad individual. Llegar a un acuerdo en la forma de nutrirla. Un acuerdo de respeto por las tres contribuyentes ya sea para compartir una vida, una ilusión, o un solo momento. Si fluye funciona naturalmente.

Sin embargo, seguimos buscando nuestra Media Naranja, aquella que nos llena. Y creo que, a estas alturas esto también nos limita. Entonces, ¿qué hacemos?

Más dudas.

Quizás haya una parte de “verdad” en la frase “los jóvenes no aguantamos” puede que hayamos pasado al otro extremo si se mira desde el punto de vista convencional. Pues también nos haría falta para encontrar el punto medio o entero visto desde nuestro punto de vista actual.

Se construye una relación con la aportación de cada Uno, y cada Uno respeta su propia contribución individual-satisfactoria y la de los otros dos asociados.

De esta manera disfrutamos de tres espacios distintos que añaden calidad a cada una de las porciones. ¿¡Cómo limitarnos a “aguantar” en una relación!? ¿Aguantar el qué exactamente?

Una alianza para disfrutar de cooperar en una relación Sana y Feliz, que cuanto más dure sea más bonita. Que nos haga disfrutar en conjunto y también por separado y que nos apetezca regalarle momentos maravillosos a los otros dos participantes.

Dos personajes independientes con una relación en común. Dos Personas ínter-dependientes.

Y Quiero destruir otro tópico, quizá el truco consista en (es una frase que leí en alguna parte): “buscar otra Naranja Entera y no La Media Naranja”.

4 comentarios:

  1. estic d'acord amb molts de punts. Encara que jo seguesc pensant que sí existeix "tu media naranja". Es una cosa que si no la has viscuda, no ho pots arribar a entendrer. Es aquella persona que passa per sa teva vida i te fa cambiar el concepte de parella convencional. Crec que tota teoria se'n va per terra quan dues persones que tenen la mateixa química es troben.

    ResponderEliminar
  2. Comparto muchas de tus reflexiones. Tenemos tantos “mandatos” que absorbemos a lo largo de nuestras vidas…y sobre todo de pequeños, cuando nos estamos formando como personitas y nos los “tragamos” sin masticar, sin salivar, directamente a nuestro ser interior; ”necesitamos vivir en pareja”, ”hay que saber aguantar”, ”eso es lo correcto”, ”son los pasos que hay que ir dando en la vida”, “es lo que hace todo el mundo”,…cuando realmente lo más importante somos nosotros mismos, de manera individual, cuando disfrutamos, reímos, lloramos, nos emocionamos con nosotros mismos, sabemos gestionar nuestra razón y nuestra emoción, tanto lo bueno como lo malo.
    Es entonces cuando somos completos, cuando podemos empezar a sumar con otra persona en pareja…y no cuando encontramos a otra persona que nos “hace ser completos”…es como si primero nos dividiéramos cuando somos completos y necesitamos de otr@ para volver a sumar y tener la misma situación inicial.
    Creo que estamos habituados a confundir el enamoramiento, el amor que sentimos por otra persona con la “necesidad” de estar con ella, el “necesitarla” para vivir…que falsedad nos hemos tragado…lo que necesitamos para vivir es a nosotros, al aire que respiramos, al agua que bebemos, estar sanos tanto física como emocionalmente…otra cosa muy diferente es la atracción, la química, la energía, el “algo inexplicable” que sentimos por unas personas que no sentimos por otras…quizás la confusión nos venga también por esa sensación agradable de felicidad diferente a estar solos que sentimos cuando estamos bien, a gusto con una pareja…quizás buscamos ese “extra” de felicidad que con otras situaciones de la vida no conseguimos, o conseguimos pero nos da una emoción diferente…pienso que el AMOR con mayúscula que se siente por otra persona con la que puedas compartir esa “relación” como tu le llamas es algo único, ni mejor ni peor al amor que se debe sentir por uno mismo, simplemente es algo diferente y que debe sumar más felicidad a la que ya tenga uno mismo solo…y es TAN MARAVILLOSO poder sumar ese amor y disfrutarlo!!. No todo el mundo puede encontrarlo y disfrutarlo, y eso no quiere decir que sean infelices ni mucho menos, simplemente que no habrán podido disfrutar, gozar, sentir ese “extra” de felicidad que resulta simplemente ALUCINANTE cuando encuentras a tu “naranja entera” con la que poder crear esa relación adicional a la vida que como individuo pueda llevar cada uno plenamente feliz.
    Gracias por compartir tus reflexiones y de nuevo dejarme compartir las mías.
    Un abrazo!
    Javier

    ResponderEliminar
  3. Estoy gratamente sorprendida, no tengo palabras...

    Bueno, sí :)

    Muchas gracias por vuestra aportación. Es interesantísimo confirmar que también nos permitimos sentir.

    Le podemos llamar química o alucinar con ello, al fin y al cabo SENTIMOS individualmente y desde dentro.

    Lo que buscamos en otra Persona puede ser un indicativo de algún aspecto que necesitemos mejorar nosotros mismos. Una vez que lo logramos...Lo que viene de fuera es un extra ¡un lujo!

    Abrazos mil!

    ResponderEliminar
  4. la naranja es una fruta que aporta a nuestro organismo una vitamina esencial, tal vez el tópico de "la media naranja", sea compartir esa vitamina que es el "afecto maritatis" en una relación, en la época romana cuando ese amor o afecto desaparecía se regresaba junto con la dote a la protección del "pater familias", se entendia que no quedaba nada por compartir entre ambos.Cuando no queda "vitamina" en una relación, es mejor cambiar de fruta en el postre y por experiencia personal digo que la más sana es la fruta del tiempo, la que obtienes cada temporada aunque pasen los años siempre está a tu lado, en lo bueno y en lo menos bueno.

    ResponderEliminar