sábado, 7 de agosto de 2010

Las Palabras

Hablar con alguien implica hacer patente tu emoción, describirlo con la palabra adecuada te ayudará a saber qué te propone. Una sola “cosa” puede estar controlando tu Vida. Darte cuenta va intrínseco a conseguir la libertad de activarte o no.

Es posible que no quieras abrirte a los demás, entonces define a quién de los demás no quieres informar, porque en realidad lo estás haciendo con tu estado de ánimo. Lo transmites. Cuando generalizas, omites una parte muy importante de la información y distorsionas la realidad. ¿Son todos los demás?

Elige con quién y cuándo quieres compartir lo que llevas dentro. Hablarlo es una tarea difícil y muy efectiva. El acto de retransmitirlo hace que tomes consciencia de la relevancia que tiene para ti. Este hecho, incluso puede restarle importancia o cambiarle el significado. Realizas, entonces, una auto-reflexión.

Encuentra apoyo para especificar la emoción, localizar la sensación que te produce y en qué parte precisa de tu cuerpo. Una vez definida la reconocerás en cualquier circunstancia. Esto te ayudará a saber qué sentimiento te provoca y qué reacción; no una persona o una situación que te haga reaccionar. Si no, ¿qué haces cuando sientes?

No son informes externos los que te provocan un estado de ánimo, es cómo te afecta a ti lo que está sucediendo fuera. Échale la Culpa.

A veces actúas con una naturalidad fingida y puede que te proteja de información que tú mismo procesas. Ahora…Piensa que tienes tu propio Sistema para canalizarlo, elige tú cómo quieres que te afecte y actúa naturalmente.

Traza una interacción positiva para equilibrar tu mente emocional y racional de una manera ecológica. Encuentra a otra Persona que te acompañe en tu proceso de cambio y aprendizaje, cuando elabores nuevas opciones que no te habías planteado.

El miedo que tenemos a indagar en nuestro interior nos lleva a seguir en nuestra Zona de Confort “a pesar de todo”. Si te interrogas te das cuenta del sentido que le das a seguir así; Aprendes a cuestionarte: ¿para qué sigo haciendo lo mismo si no consigo el resultado que deseo o ¿qué quiero hacer de manera diferente? O incluso: ¿quiero hacer algo?

Atento a las Señales, a tus propias señales, a las sensaciones corporales, a tu intuición, a lo que ves, oyes y sientes.

En mi opinión, pedir ayuda es algo que se aprende. Saber hacerlo, gratificante. Disfruta.

2 comentarios:

  1. Está muy bien transmitir emociones positivas pero creo que las negativas también te liberalízan:todo depende momento, lugar y personaje
    joan

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo. Pienso que las emociones, positivas y negativas aportan crecimiento personal

    Muchas gracias por participar en el blog
    Saludos

    ResponderEliminar